La Gendarmería Nacional trabaja día a día custodiando la patria, pero por medio del deporte de la ovalada busca insertarse aún más en toda la sociedad. Emotivo homenaje a sus caídos en Malvinas.

Es la custodia de la patria y de los auténticos valores que construyeron grandes sociedades. Gendarmería Nacional está en cada metro de la frontera y sus miembros saben que día a día deben ser más profesionales frente a los grandes flagelos, pero también saben que el mejor resultado será la inserción más exhaustiva en toda la sociedad, y el deporte es una de sus principales armas para concretarlo.

El Escuadrón 20 de Gendarmería en Orán tiene cerca de 450 efectivos que controlan más de 15 kilómetros cuadrados de la única frontera lineal que comparten tres países a lo largo de 192 kilómetros y se enfrenta a un desafío de una complejidad única.

Es la frontera que más hojas de coca incautó en el mundo. En 2022 también secuestró unos 600 kilos de cocaína, lo cual triplicó a los casi 200 kilos de 2021.

Y a cargo de esta unidad, está hace un año el comandante principal Sergio Esquivel, licenciado en Seguridad Pública y diplomado en Frontera, pero un amante del rugby y creador del “Fortín Rugby Orán”.

Pero, cómo se inicia la historia. “Cuando era instructor de rugby en la Escuela de Suboficiales de Jesús María, Córdoba, tuvimos el primer Fortín Rugby integrado por gendarmes (2003 al 2005). Después comenzamos con el armando un equipo de rugby en Las Talitas, Tucumán, que se llama también Fortín Rugby. Allí jugué junto a José Girón y Guillermo Moreno, dos gendarmes oranenses”, recuerda Esquivel.

Tras asumir en Salta, el comandante resaltó que “acá formamos el Fortín Rugby Orán con un equipo de más de 30 jugadores y la pasión continúa. Me parece que el deporte que más emparentado está con la vida militar es el rugby, por el concepto de juego, por los principios, por el respeto a las normas, el concepto de trabajar en equipo, que no lo tiene otro deporte”.

Los integrantes de Fortín Rugby Orán entrenan dos veces a la semana y en algunas ocasiones se disputan al Zenta Rugby Club de esa ciudad. Los colores de su camiseta son negra y blanca a rayas con una franja roja en la manga.

“Blanca por la pureza del deporte, negra por el luto de nuestros caídos, y el rojo es la sangre derramada en cumplimiento del deber”, resaltó Esquivel.

Además, uno de sus elementos de entrenamiento lo hace muy especial. La “amansadora” que utilizan para sus entrenamientos fue armada por Moreno en Tucumán y lleva los nombres de los 7 gendarmes caídos en la Guerra por las Islas Malvinas.

“Poner el hombro en esa amansadora tiene un empuje y una fuerza especial para Gendarmería, sobre todo por los gendarmes Ramón Acosta, Ricardo Sánchez, Víctor Guerrero, Carlos Pereyra, Juan Carlos Treppo, Marciano Verón y Guillermo Nasif, que dejaron sus vidas en una tierra que no conocían pero que la sentían como propia y como la mayoría de los argentinos, moviliza mucho”, resaltó.

La cancha lleva el nombre del subalférez Nasif, que fue el gendarme más joven que murió en la contienda del Atlántico Sur en 1982.

Un claro objetivo

Los tiempos cambiaron y su modernización llevó hace muchas décadas a las Fuerzas Armadas a ser parte fundamental de la sociedad, pero la labor se incrementa y hasta “faltan manos”.

“Mi sueño es que Fortín Rugby se convierta en un club abierto a la comunidad y se transforme en parte de un rugby social y le dé oportunidad a cualquier chico de cualquier sector de la sociedad. Estoy completamente seguro que si nuestra fuerza llega con el deporte, la cosa puede cambiar en muchos sectores vulnerables, no solo en la participación deportiva, sino en el cambio de mentalidad. Y en ese sentido creo que para que el equipo prospere hay que abrirse a la comunidad. Cualquier club de otra disciplina puede tener una subcomisión de rugby de las Fuerzas Armadas, en donde no hay infantiles y juveniles dentro de ellos”, aclaró el comandante Esquivel.

Y en base a sus experiencias, dio ejemplos y números que muestran los cambios sociales. “En Tucumán jugamos con los presos de Villa Urquiza y hubo un jugador que fue integrante de la selección de “Los Naranjitas” de Tucumán. Él jugaba al rugby y lo hacía con personas con grandes prontuarios. Jugaron en medio de un programa denominado “Un pájaro en libertad”. En este programa nos dimos cuenta que las personas que jugaban al rugby no reincidían en el delito. El índice de reincidencia en las personas que estuvieron en los penales es del 65 por ciento. Con los que jugaron al rugby, después de una estadística que sale de la unidad 48 de San Martín, en donde nacen los “Los Espartanos”, el primer equipo de rugby compuesto por carcelarios, la reincidencia no supera el 4 por ciento. Además, los que quedaban en libertad, volvían los martes a entrenar con sus excompañeros que estaban aún en las celdas. Un ejemplo”.

En Gendarmería, como en cualquiera de las Fuerzas Armadas, el deporte es tan necesario como obligatorio. “Todos practican deportes, desde el fútbol, rugby, vóley, pádel, defensa personal. El que no practica ningún deporte puede correr (martes y jueves son los días del deporte). Hay dos profesores a cargo de todas las actividades. Todos están asegurados como parte de los riesgos que se pueden enfrentar haciendo algún deporte”, resaltó.

Los “pumas” del Fortín

Junto a Esquivel el cuerpo técnico y parte del Fortín Rugby de Orán lo componen los cabos Fabio Luján, Marcos Reimann y Matías Jerez, el sargento Matías Gutiérrez, como así también el comandante Diego Fretes.

Algunos jugaron en la infancia, inclusive en el Zenta de Orán, otros tomaron la pasión en las distintas dependencias y otros se aferraron al “gran sueño norteño”. Apuestan al crecimiento y a dejar fuertes cimientos en el Escuadrón 20, sabiendo que por ser miembros de la Gendarmería Nacional los enfrenta a posibles “desarraigos”, pero a la vez están convencidos que el rugby es el deporte con los valores más cercanos a una vida militar, de la que nunca renunciarían para “servir a su patria”.

LAS FRASES

Sergio Esquivel, comandante en jefe del Escuadrón 20 de Orán.

“Siempre trato de difundir en todo mi trabajo los principios del rugby. Hoy en día priorizo la igualdad de todos los equipos”.

“Si formás a un chico con normas, en el futuro va a ser un buen padre, amigo y ciudadano. Sin reglas las cosas no funcionan”.

Fuente: Diario El Tribuno.