Entrevista con Agustín Pichot (parte 2)

miércoles, 11 de diciembre de 2013 Dejá un comentario

Entrevista con Agustín PichotEsta segunda parte de la entrevista gira alrededor del poder. El que ha adquirido más allá del rugby argentino y, también, del poder del rugby mundial, del cual forma parte.

“Estoy atrasado 15 minutos por Valen, mi hija. Mil disculpas. Te veo en 10 o 15″. La entrevista era a las 10 y Agustín Pichot llegó 10.05. “Me llevó menos tiempo del que creía”, me acota cuando llego a su oficina. Valen es Valentina, su hija mayor. Ella y Joaquina, su otra hija, son las que le quitan el poder. En un reportaje que le hice durante la Copa del Mundo 2007 para la revista Playboy, el en ese entonces capitán de Los Pumas me decía: “Cuando llego a casa se acabó el control. Se hace lo que ellas quieren”.

Esta segunda parte de la entrevista gira alrededor de eso: del poder. El que ha adquirido más allá del rugby argentino y, también, del poder del rugby mundial, del cual forma parte. No es un misterio la necesidad que tiene Agustín Pichot de estar en todos lados. O de querer estarlo. Del control, precisamente. Lo admite y lo detalla a la perfección en su libro autobiográfico El Juego Manda, imprescindible para conocer su versión del Bronce en Francia 07.

El ex medio scrum de Los Pumas dice no tener problemas con que lo critiquen por estar de los dos lados del mostrador (” lo discutimos”) ni que lo etiqueten como empresario del rugby ( “Soy un empresario del rugby, está bien que me llamen así”). No tolera, claro, las amenazas ni los anónimos de los que fue víctima este año. Y esto último lo ha afectado. Mucho. Se le nota.

Tampoco le gusta que le adjudiquen roscas políticas. Pareciese que en algún lugar mantiene la rebeldía contra el poder, aunque lo tenga él. De ahí nació este reportaje, cuando en un tweet escribí que Carlos Araujo será el futuro presidente de la UAR porque Luis Castillo y Pichot se ocuparon de la interna. “No es así. Estás confundido”, me escribió en un mail. Fue entonces cuando le propuse una entrevista a agenda abierta.

Lo que se viene, en esta última parte, que también es pregunta y respuesta, es su futuro en la UAR, el IRB, la Sanzar, el Seven, el COA, el COI, el marketing. El poder. El que Agustín Pichot sólo pierde cuando está con sus hijas.

- En marzo se renueva Consejo de la UAR. ¿Vas a presentarte 2 años más como vocal?
- Buena pregunta. La verdad no lo sé. Estoy analizándolo. Ya llevo seis años yendo y viniendo, y tengo ganas de parar un poco, de disfrutar más de los afectos. Estar más con mi familia y, por ejemplo, en el CASI. Mi hermano entrena a la Primera y la mayoría de mis amigos están también entrenando… Fueron seis años muy desgastantes y, especialmente, estos dos últimos. Quiero parar un poco.

- ¿Pero eso significa que no serás más dirigente?
- No, no. Lo que digo es que no sé si seguiré en la UAR, en el día a día que debés tener como dirigente. Sí seguiría en la IRB y en la Sanzar. De ahí no me puedo ir. Tengo que estar.

- ¿Y cómo será? Lo pregunto porque no soy sólo yo el que piensa que en la UAR no se toma ninguna decisión sin tu consentimiento…
- No es así.

- Quizá no te consulten lo diario, obviamente. Pero no creo que las decisiones importantes, como los acuerdos internacionales o todo lo relativo a los seleccionados, por ejemplo, se tomen sin tu aprobación.
- Ah, sí, sí. Eso sí. Pero bueno, por eso también quizá es necesario que otra gente ocupe lugares y tareas dentro de la UAR, que se renueve y que empiecen a caminar solos. De todos modos, hay temas muy importantes que no son como yo quiero, así que no todo pasa por mí.

- ¿Por ejemplo?
- La comunicación. Vos sabés bien lo importante que es ese tema para mí y que además es algo que siempre me interesó y que creo entender. Sin embargo, la comunicación de la UAR está lejos de lo que yo quiero. No comunicamos bien. Pocos saben lo que se hace y cómo ha crecido la Unión en este tiempo.

- A propósito de eso. La UAR ha decidido jugar en la Fórmula 1 del rugby y no parece que acá haya un soporte acorde a las circunstancias.
- ¿Ves? No sabemos comunicar… Hoy en la UAR trabajan 20 personas. La estructura creció muchísimo y hay empleados muy capaces ocupándose de los diversos temas. Esto, te repito, es un proceso de aprendizaje veloz. Como te dije antes, lo que a los otros les llevó 20 años, nosotros lo estamos haciendo en dos.

- Sin embargo, en aquella famosa conferencia de prensa de abril pasado, el tesorero (Carlos Barbieri) dijo que la UAR necesitaba un Pensacola administrativo. No parece haberlo.
- Eso lo dijo por el fraude que sufrimos. Desde ahí tenemos 4 auditorias anuales. Todas de primer nivel mundial.

- Pero la UAR, por falta de estructura, ha tercerizado el ticketing, una fuente de ingreso esencial. ¿Por qué ese acuerdo con Meta?
- No es un acuerdo con Meta, sino con una empresa encargada de organizar eventos. Primero, la UAR, y eso sí te reconozco, no está en condiciones de organizar 6 eventos por año. No tenemos gente capaz para eso. Pero te diría que pocas Uniones en el mundo lo pueden hacer. ¿Sabés todo lo que significa organizar un partido? ¿Creés que sólo se trata de vender entradas? Es mucho más complejo, y nosotros no estamos en condiciones de hacerlo. Como en el 2012 fue un caos, se decidió éste acuerdo, que, y esto es lo más importante, fue muy beneficioso para la UAR.

- ¿Por qué beneficioso?
- Porque ellos nos aseguraron un dinero por los 6 tests (los 3 de junio y los 3 del Rugby Championship) que no lo hubiésemos recaudado nosotros. No es fácil llenar un estadio, ¿eh? Acordate que la selección de fútbol, y hablo del fútbol, en una época no llenaba la cancha con Messi… Después de comernos 70 puntos en Sudáfrica, a Mendoza fueron 10 mil personas menos de las previstas. Y sólo llenamos-llenamos en La Plata. Ahora si no fue negocio para ellos (por la empresa), ya no es un problema nuestro. A nosotros nos convino.

- Vos decís que querés estar más tiempo en el país, con tu gente, pero los viajes por el IRB y por la Sanzar continuarán, y a eso tenés que agregarle que también te anotaste en el movimiento olímpico.
- Los viajes quizá sean menos. De lo que hablo al pensar en no seguir en el Consejo de la UAR es, aunque no se vea, que ahí paso muchas horas al día, porque hay mucho para atender.

- ¿Y lo del Comité Olímpico? ¿Ahí ves tu futuro al margen del rugby?
- No, eso es mucho más relajado, y además me gusta porque aprendo mucho. Es un mundo nuevo para mí y me siento muy cómodo trabajando junto a Gerardo (por Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino) y al Pelado (por Francisco Irarrázaval, al frente del área de Deportes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires). En estos seis años de dirigente de rugby aprendí de todos; de Porfirio (Carreras), de Hugo (Porta), de todos… Y quiero seguir aprendiendo.

- ¿Apuntás a los Juegos de la Juventud que se harán en Buenos Aires en el 2018?
- Sí, sí. Me gustó mucho trabajar en la candidatura.

- No sé en qué momento vas a parar de viajar, ya que también sos el chairman del Seven de la IRB. A propósito, ¿cuánto se juega el rugby en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016?
- Muchísimo. Tenemos claro que si no metemos 20 mil personas por día, si los partidos no son atractivos para la televisión y si el juego no prende, la familia olímpica dirá “encantados, pero no nos interesa”.

- ¿Y entonces?
- Bueno, vamos a trabajar duro para que ello no ocurra. Pero es un gran riesgo. Si no funciona, el rugby estará en problemas a nivel mundial. Está bien claro que el IRB necesita extender sus fronteras y por eso los planes estratégicos que nos incluyen a nosotros.

- Estuviste muy activo, al lado de Werthein, en el Congreso del Comité Olímpico Internacional que se realizó en Buenos Aires. ¿Qué sede preferías para el 2020? ¿Tokio o Madrid?
- Madrid. Para los deportistas argentinos iba a ser muchísimo más cómodo. Por el idioma, la comida, las costumbres… El Oriente es muy complicado para nosotros.

- ¿Entonces no te entusiasma mucho la Copa del Mundo en Japón en el 2019?
- No me gusta porque complica para hacer después un Mundial en la Argentina. Es difícil que la IRB después de Japón no vaya a Europa o a un país de la Sanzar…

- Hace 2 años te pregunté para una nota en La Nación sobre la camiseta negra de Nike de Inglaterra, y me dijiste que el celeste y blanco no se tocaba en la camiseta Argentina…
- (Se ríe) Y es así. Soy 200 por ciento celeste y blanco.

- ¿Y entonces porqué esa camiseta del Seven?
- A ver… Yo no sé si es tanto eso de los símbolos y demás… Lo desdramatizaría un poco. En la UAR no esperaban tanta reacción negativa. Es para un circuito de Seven…

- Pero también Los Pumas usaron una azul en vez de la celeste y blanca. Y sin necesidad alguna.
- Con Inglaterra en Londres había un acuerdo con ellos desde antes, cuando una vez que ellos pidieron que cambiásemos la camiseta porque se confundían y nosotros no quisimos. Ahí cambiaron ellos y ahora nos tocaba a nosotros…

- ¿Y ante los Wallabies, en Australia?
- Bueno, ahí sí, usamos una alternativa…

- Pero volvamos a la camiseta del Seven.
- A ver. Va de nuevo. Yo quiero desdramatizar el tema. Es para el Circuito. En un Mundial o en los Juegos Olímpicos va a ser celeste y blanca a morir. Olvidate…

Por Jorge Búsico | Periodismo Rugby.

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