Piñeyrúa "Debemos evitar que las uniones quiebren"

sábado, 21 de marzo de 2020 Dejá un comentario

La cancelación de la Superliga de rugby llegó cuando ya habían invertido la mitad del dinero previsto; se busca trasladar costos a 2021 mientras ya tienen claro que se vienen épocas de vacas flacas.

El sueño de la primera Super Liga Americana de rugby se vino al suelo abruptamente, casi como todas las competencias deportivas del mundo. En el caso de la primer liga profesional de rugby en la región, el anuncio de la cancelación por 2020 llegó casi enseguida. Es que por un tema de calendarios (iba de marzo a mayo) ya no había mucha posibilidad de reprogramarla. Es un golpe duro porque era una competencia que recién estaba naciendo, que requiere una fuerte inversión (US$ 1 millón por franquicia), que habrá que ver si se puede mantener para los años siguientes. A favor tiene el hecho de que fue un éxito en las primeras fechas, lo que ilusionó a las uniones sudamericanas que lo integran y también a los socios privados que invierten el 50% del monto total en cada una. Además, se apunta a trasladar mucho del dinero ya invertido (más de la mitad de ese millón) para la edición 2021, como pasajes o reservas de hotel. Sin embargo, el panorama es muy incierto, y no solo para la SLAR si no para toda la competencia de 2020, así como para las cuentas de las uniones. En Uruguay, que estaba en pleno proceso de expansión hacia el profesionalismo, significa una situación muy delicada.

De todo eso habló en esta entrevista el presidente de Sudamérica Rugby, Sebastián Piñeyrúa.

Cuales fue el mapa ante el cual tomaron la decisión

El coronavirus empezó a tomar fuerza en todo el mundo, y se empezó a expandir en la región. Lo primero fueron los problemas con el cierre de fronteras, teníamos la información de que algunas aerolíneas dejarían de volar en días. Y se veía que cada país estaba recrudeciendo las medidas, lejos de solucionarse todo iba a empeorar, e iba a durar un par de meses, con el agravante del invierno. También las restricciones de los gobiernos, hasta de entrenar, en Paraguay el centro de entrenamiento tuvo que levantar sus oficinas y el gimnasio, Argentina determinó que los que entraran de Chile tenían que hacer cuarentena al llegar, lo mismo Brasil con los que llegaban de Paraguay. Se fue complicando y se empezó a evaluar el estado de las uniones, porque no podemos olvidarnos que esta liga tiene las a uniones por detrás, son en parte dueñas, más allá que todas tienen un privado. Se visualizó que había que tomar decisiones rápidas. Primero para permitirle a los jugadores que regresaran a sus países, que pudieran llegar, con todos los problemas que hay con el transporte aéreo. Con el diario del lunes estamos tranquilos, ahora vemos que le está pasando a mucha gente que se les complica volver a sus países. Queríamos minimizar al máximo los daños, tomar decisiones.

Se sale con un costo económico que es imposible esquivar. Pero para poder tomar buenas decisiones las uniones necesitaban claridad sobre el futuro. Nadie sabe que va a ocurrir, todos vivimos el dia a dia. Entonces la medida de suspender ayuda para que dentro de ese panorama de incertidumbre pudiéramos tomar mejores decisiones. En base a eso se decidió postergar a 2021. Cinco días después de tomar la medida nos damos cuenta que fue bastante acertada. Otras ligas, como la Major League Rugby o el Super Rugby siguieron el mismo camino.

¿Cómo es el tema costos? ¿Cuánta plata se perdió por la liga trunca?

Es muy temprano para calcular los costos. Pero son grandes y los pagamos todos. Pagan las uniones, los inversores, los jugadores, los staff, los sponsors, los fans que apoyaron. Es unánime la sensación de que que esta situación es inédita y única. Lo ideal es que esos costos sean los más bajos y menos dolorosos posibles. Todo lo que se pueda trasladar al año que viene, postergar, respetar, sustituir con otras cosas, se hará. Esos son los caminos en que estamos trabajando día a día para sacarlo adelante, y estamos encontrando mucha solidaridad. Primero tenemos que pensar en que todos se cuiden, en tomar medidas para poder salir de este coronavirus, decididos a dar la batalla para ganarle al virus y apenas las organizaciones mundiales y los gobiernos nos digan que ya pasó, poder regroganizarnos de la mejor manera posible.

¿En qué ítems ya se había gastado?

Hay un costo de pasajes, hotelería, muchos ya estaban comprometidos. Hay disposición abierta de aerolíneas, agencias, hoteles, para dejarlos abiertos, cambiar fechas. Nadie es ajeno a esto. Hay servicios que por más que tengas pagos es difícil que te devuelvan el dinero, pero como no te lo pueden cumplir hay que buscar una solución. Se puede reprogramar. En el caso de la gente que había sacado membresías o butacas estamos viendo cómo se pueden usar en los partidos de Los Teros, que no pierdan el beneficio, y que ya sean válidas para el año que viene.

Las franquicias tenían un presupuesto de US$ 1 millón aproximadamente. ¿Cuánto ya estaba invertido?

Aproximadamente el 50% ya estaba invertido, por no decir un poco más. Para la puesta en marcha de la liga hay costos que se anticipan, como los pasajes, que estaban comprados para todos los partidos. Los hoteles ya estaban reservados y en algunos caso señados. Las franquicias se abastecieron de merchandising para vender a lo largo de todo el torneo, mucho de eso ya estaba pedido o pago. Tenemos que ver cómo se salvan la mayor cantidad posible de esos gastos. Ahí es cuando hablo de tomar buenas decisiones entre todos.

Los empresarios privados habían apostado, pero es posible que en una situación de crisis también tengan que rever inversiones. ¿Cómo viste su respuesta?

La verdad que la respuesta es excelente. Hablamos desde el primer momento con todos, recibimos el máximo apoyo porque todos estaban comprometidos con el proyecto. Más allá de si era un negocio o no, todos sabían que el primer año podían invertir más que lo que se podía recuperar. Tenemos que colaborar para que esto siga, para reactivar. Algo que ayuda es el éxito que venía teniendo la liga. Salimos a entusiasmar a los socios inversores convencidos que iba a ser bueno, y en tres fechas todos los disfrutaron, tuvimos 5-6 mil personas por partido, se vendieron entradas, la gente lo disfrutó, la cobertura de tv funcionó muy bien, hubo streaming en todos, la puesta en escena fue muy profesional. Todo eso permite entender mejor que esto es una situación de fuerza mayor y no un paso atrás. Está pasando con ligas de 100 años de existencia, excede la posibilidad de planificación. Esa es la mayor tristeza, si arrancaba medio mal uno no queda tan triste, pero todos estábamos tan contentos que es un sabor amargo

¿Qué se habló con la TV?

Cuando una situación es tan global y tan clara, las conversaciones son mucho más sencillas y no son únicas. En el caso de la TV les está pasando lo mismo en todos lados. Por ahí son difíciles las situaciones futuras, porque tampoco es fácil que se aglomere todo en dos meses cuando se restablezca la actividad. Hay que planificar bien, tomar decisiones de postergar para el año que viene, porque te dan margen para organizarte.

¿Puede haber cambios en el calendario?

Seguro seguirá siendo en el primer semestre, quizás un poco de diferente porque puede haber un equipo más, arrancar algo con el norte que quedó con pocos partidos este año. Hay que agudizar el ingenio, una vez que esta pandemia pase y si Dios quiere el mundo se vuelva a estabilizar, las cosas van a volver al cauce normal. Todo lo bueno termina pero también todo lo malo, alguna vez terminará esto malo. Lo que hay que hacer es no aflojar y seguir.

¿A los jugadores se les sigue pagando? Se cancelaron los contratos?

Con los jugadores se está trabajando, explicando la situación. Aca hay una imposibilidad de continuar la liga, y de que ellos presten sus servicios, ni ellos están habilitados a jugar, ni a reunirse, es algo absolutamente excepcional, límite. Hemos hablado informalmente, apoyando al máximo, para intentar juntos salir de esto. Seguramente se le ponga un fin en el mes de marzo a la situación laboral y se reorganice apenas la condiciones sanitarias lo permitan. Hay incertidumbre, y tenemos que cortar esta etapa. No se pueden fundir las uniones, no podemos ser más realistas que lo que la realidad nos permite. Tenemos que cerrar un poco esta etapa de rugby profesional 2020, minimizar el impacto y las pérdidas, para evitar que las uniones quiebren o se compliquen más. Eso es responsabilidad de todos. Y pasar a la segunda fase que es empezar a planificar el segundo semestre de forma anticipada. Segundo semestre siendo optimista.

¿Como sigue el calendario? ¿Corre riesgo la Nations Cup de julio, por ejemplo?

Quiero ser muy claro. Creo que hoy pensar en la Nations Cup es pensar en algo que no va a ocurrir. Hay conversaciones en World Rugby. Todo estamos tomando conciencia que es una pandemia mundial, que hay que cuidarse mucho, preservar la salud de jugadores, fans, entrenadores, gente vinculada. Mantener las reglas a rajatabla que gobiernos están imponiendo para para evitar el contagio. Cuando se restablezca va a ser mucho más a nivel local, quizás regional muy cerca. Ya pensar en competencias entre regiones con equipos de otros continentes, ya empezar de manera tan abrupta, no va a ser tan sencillo.

Esperemos que para agosto, que es cuando está programada la ARC, si Dios quiere sí podamos tenerla. Pensar en mayo, junio, julio, sería muy optimista y ojalá pudiéramos, pero la prioridad es restablecer competencias locales, regionales, hacer algún torneo con los países de nuestra región. Creo que la parte internacional de traslados, viajes, aerolíneas, estamos un poquito más lejos. Hay aerolíneas que hasta el 30 de junio suspendieron todos los vuelos.

¿Las uniones, la URU por ejemplo, subieron mucho su presupuesto el año pasado. Cuánto de eso está en riesgo?

Hay que ser bien sensato. Todo se va a ver resentido, al frenarse los ingresos va a haber que reestructurar esta etapa pero eso lo está viviendo todo el mundo en su propia casa. Va más allá del rugby mismo. Tenemos que ser más precavidos,pensar en ajustar un poco más, pensar en cómo salir adelante. Confío en que esto se restablezca, que funcione. Para que eso ocurra, va a ser importante la colaboración de todos. Estamos viviendo una situación complicada. Todos tendrán que poner un poco de sí, y no va a ser sencillo. Va a haber pérdidas y no se pueden concentrar en una bolsa, debemos repartirla entre todos, solidariamente.

¿World Rugby reducirá sus aportes? Las uniones como Uruguay dependen mucho de ella.

Siempre va a ayudar, siempre va a estar atrás. Es quien lidera el rugby internacional, no tengo dudas que juntos vamos a seguir a flote. Obviamente que hay que ser consciente que cuando se cortan absolutamente los ingresos hay que ser prudente con egresos porque de lo contrario el sistema falla. Esa es la dificultad que tenemos hoy. Todos lo estamos viendo, los ingresos se están viendo interrumpidos en todo sentido, no hay eventos, de tv, nada que genere ingresos, el mundo está parado, va enlentecer la posibilidad de erogaciones. Hay que buscarle la vuelta a la forma de que esto se restablezca gradualmente, si Dios quiere vamos a estar con todo el rugby en el mismo barco.

Imagino que el proceso electoral de mayo también se va a ver resentido.

En este momento la prioridad está focalizada en la salud de los jugadores, de como se apagan incendios que surgen dia a dia. Se ha dejado de lado el tema de la política. Es lo que corresponde, en este escenario va a ser difícil juntarse. Es lo mismo que pasa con las elecciones departamentales acá, o incluso peor en Europa. Es una opinion personal, no soy optimista de que se pueda solucionar de acá al 10 de mayo. No estamos focalizados en eso, se pone foco en la parte sanitaria, ayudar a los jugadores en muchas partes del mundo, que todo el mundo esté lo mas contenido posible con sus familias. Es es la prioridad.

Hoy todas las conversaciones con Sudamérica Rugby, con Norte America, con World Rugby han girado en competencias, en cómo pararlas, el impacto que están teniendo, que los chicos vuelvan a sus casas. Hay muchísima gente de Samoa, Fiji, de Argentina, de Uruguay, que en este momento está por todos lados del mundo. Queremos que vuelvan, que estén con sus familias y lo más seguros posibles, ese ha sido el foco.

¿Cómo es la situación de los jugadores del exterior que estaban en Uruguay?

Se han ido prácticamente todos, uno de los chicos se fue el jueves por la noche y otro el domingo, que es el último vuelo que sale. Estamos trabajando para que ocurra. Varios ya están en sus hogares, los namibios ya llegaron, los portugueses también, uno de los chicos sudafricanos también. Han sido días de muchas charlas con el agente de viajes, con las aerolíneas, para hacer todo lo más rápido posible. No se podian cambiar muchos tickets porque no tenían visas para escalas diferentes, y encima muchos países ya estaban cerrando fronteras. Es muy complicado el operativo y en eso se está trabajando.

Por Ignacio Chans - Diario El Observador de Uruguay.

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