Los festejos se desataron en Ojo de Agua
domingo, 12 de septiembre de 2010
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Universitario se despidió del certamen con una victoria y celebró el título 22 de su historia.
Con la copa en el bolsillo desde hace una semana nada podía empañar la fiesta de Universitario. Nadie dudaba de que el campeón saldría al césped con la intención de cerrar su campaña de la mejor manera. Por su parte, Gimnasia y Tiro venía con su propio objetivo: el acceso al Torneo del Interior. El cuadro de situación presagiaba entonces un partido disputado, y no fue precisamente rugby champagne lo que se vio en la cancha de Ojo de Agua.
Sin embargo, el inicio del partido pintó entretenido. Patricio Figueroa sólo tardó dos minutos en filtrarse por la derecha y puso arriba a "Uni". Fue el primer gran grito de la hinchada.
Fuera de la cancha, Universitario era una fiesta: gorritos, caras pintadas y banderas fueron los accesorios preferidos por los hinchas, que no cesaban de cantar festejando los 22 campeonatos.
A pesar de ese clima festivo, los de adentro debían estar concentrados, y por eso no sorprendió cuando Nicolás Centurión se zambulló en el in-goal salteño. Otra vez los redoblantes sonaron a rabiar para bajarle el telón a un magro primer tiempo.
El que pensó que en el segundo tiempo se vería lo mejor no tardó mucho en desilusionarse, aunque poco importó. A poco del final llegó la frutilla del postre, Lucas Barrera Oro marcó un lindo drop y aseguró el triunfo.
El partido estaba muy lejos de lo que se esperaba, pero lo importante era la fiesta. Cuando sonaron las cornetas la multitud ya corría enloquecida hacia al centro del rectángulo, donde los héroes aguardaban para el desatar el merecido festejo.
* Fuente: La Gaceta
Con la copa en el bolsillo desde hace una semana nada podía empañar la fiesta de Universitario. Nadie dudaba de que el campeón saldría al césped con la intención de cerrar su campaña de la mejor manera. Por su parte, Gimnasia y Tiro venía con su propio objetivo: el acceso al Torneo del Interior. El cuadro de situación presagiaba entonces un partido disputado, y no fue precisamente rugby champagne lo que se vio en la cancha de Ojo de Agua.
Sin embargo, el inicio del partido pintó entretenido. Patricio Figueroa sólo tardó dos minutos en filtrarse por la derecha y puso arriba a "Uni". Fue el primer gran grito de la hinchada.
Fuera de la cancha, Universitario era una fiesta: gorritos, caras pintadas y banderas fueron los accesorios preferidos por los hinchas, que no cesaban de cantar festejando los 22 campeonatos.
A pesar de ese clima festivo, los de adentro debían estar concentrados, y por eso no sorprendió cuando Nicolás Centurión se zambulló en el in-goal salteño. Otra vez los redoblantes sonaron a rabiar para bajarle el telón a un magro primer tiempo.
El que pensó que en el segundo tiempo se vería lo mejor no tardó mucho en desilusionarse, aunque poco importó. A poco del final llegó la frutilla del postre, Lucas Barrera Oro marcó un lindo drop y aseguró el triunfo.
El partido estaba muy lejos de lo que se esperaba, pero lo importante era la fiesta. Cuando sonaron las cornetas la multitud ya corría enloquecida hacia al centro del rectángulo, donde los héroes aguardaban para el desatar el merecido festejo.
* Fuente: La Gaceta
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