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¿Quo vadis UAR?

miércoles, 4 de abril de 2018 1 comentarios

Carta de lectores: ¿Quo vadis UAR?En nuestra carta de lectores publicamos el artículo que nos remitiera Carlos Solá, sobre la suspensión del Campeonato Argentino de Mayores 2018.

El año pasado la UAR anunció la suspensión del Campeonato Argentino para este año 2018, ¿primer paso para una suspensión definitiva? Los argumentos van desde el desinterés del público, de la TV, de los propios jugadores que llegan cansados por la intensa agenda de la temporada, hasta la cuestión económica, de que el gasto es excesivo para destinarlo a un reducido grupo de jugadores. En consecuencia, el Campeonato Argentino supuestamente es inviable y cae por su propio peso, muere de muerte natural. La UAR, en este caso, lo único que hace es reconocer tal hecho, y se limita sólo a emitir lo que sería un equivalente al certificado de defunción. En reemplazo de esto se ofrece un Nacional de Clubes ampliado, que permita participar a más clubes y tener una mayor cantidad de jugadores involucrados en una competencia supuestamente de mejor nivel. El crecimiento del rugby Argentino, pasaría entonces, según la UAR, por el desarrollo de los clubes y no por el de los Seleccionado de Uniones. Hasta aquí la postura oficial.

Sin embargo hay cosas que no cierran, o al menos no la podemos entender. Si miramos retrospectivamente, repasamos la historia, vemos que las Uniones del país, crecieron de la mano de este Campeonato y de su Selección. Un caso emblemático fue Tucumán. ¿No nos acordamos cuando la “Naranja” hacía estallar el estadio de Atlético en cada presentación internacional que tenía? ¿Qué pasó? ¿Podrá una final de clubes hacer estallar un estadio? Uno de los argumentos que se esgrime, es que el Campeonato Argentino no lleva público a las canchas,- en Salta las canchas siempre estuvieron llenas- pues entonces deberíamos cuestionar la participación de Jaguares, nadie va a verlos. En general en el Super Rugby las canchas están vacías. Otro de los argumentos es que no es rentable, ¿Y cuánto le cuesta a la UAR el Nacional de Clubes? No se explica cómo puede ser más importante, desde el punto de vista del nivel de juego, un campeonato de clubes que un campeonato de Selecciones. Todo lo contrario ocurre con las potencias del Hemisferio Sur.

¿Es esto coyuntural o es parte de una estrategia de mediano y largo plazo de la UAR? En los últimos años la Unión Argentina, dio pasos contrarios a la evolución de esta competencia. Se empezó reduciendo los equipos y las fechas, se suprimieron los partidos internacionales que generaban una fuerte motivación en los jugadores, paralelamente se creó el campeonato nacional de clubes al cual se le dio más importancia, se lo presentó como el nuevo camino del Desarrollo, incentivando clubes y jugadores, se creó también el Sistema Pladar siendo éste, único medio de detección de jugadores para Seleccionados Nacionales, por lo cual, los que integran sus respectivas Combinados Provinciales no entran en esa instancia. ¿Qué podemos pensar? Que al Campeonato Argentino lo fueron desinflando de a poco, que muere por decisión política de la UAR y no de manera natural como aparenta. Es una muerte programada, responde a una Estrategia.

Pero, entonces ¿Adónde va la UAR?, o mejor dicho ¿Adónde nos lleva la UAR? ¿Cómo sigue el plan estratégico? Porque nadie lo sabe, y a nadie se va a convencer de que el crecimiento del rugby argentino, pasa por potenciar el Nacional de Clubes como competencia principal del país. ¿Puede esta competencia compararse a la Currie Cup de Sudáfrica o a la Mitre 10 Cup de Nueva Zelanda, o el Top 14 francés? ¿Piensa profesionalizarlo? ¿Qué piensa hacer la UAR para elevar el nivel de la competencia interna, que es fundamental para el desarrollo?.

Lo que también está claro en esta decisión, es que se genera- seguramente es parte de la misma Estrategia- una fuerte centralización del poder político y de los recursos económicos por parte de la UAR. No creo que eso sea bueno.

¿ES EFECTIVO EL SISTEMA?

Los centros de Alto rendimiento se crearon con el objetivo- al menos es lo que todos entendemos-de mejorar la calidad de coaching y por ende la calidad del jugador, también de detectar talentos. Hasta ahí todo bien, y creo que en este aspecto tuvo éxito porque se nota una clara evolución en las destrezas y en el juego, tanto en los clubes como en los seleccionados mayores y juveniles del país. También hay una mejor preparación de base de los jugadores que llegan a los equipos nacionales. Esto es evidente.

El problema se presenta cuando el Sistema pretende ser autosuficiente. Todo dentro del Sistema, nada afuera. Si querés ser un jugador de proyección, tenés que estar dentro del Sistema, sino te quedás en estado “latente” dentro de tu club. Así de simple. Crecés en el Sistema o te quedás en el nivel que te puede brindar la competencia amateur de tu club. En consecuencia, la otra opción, si no entrás en el Sistema, es ir a jugar a los clubes más importantes del país para tener mayores posibilidades, o quizás enganchar algo en el exterior. Así, a los clubes chicos les será más difícil ser grandes.

La pregunta que nos debemos hacer es si esto contribuye satisfactoriamente al crecimiento cualitativo y cuantitativo del Rugby, es decir, más clubes, mas jugadores y de mejor calidad. Yo creo que No.

Un jugador debe formarse con un fuerte sentido de pertenencia a su club, célula básica de la estructura del Rugby, pero ese jugador y ese club no son entes aislados sino que conviven con otros y comparten intereses y objetivos comunes, por el sólo hecho de ser parte de la misma comunidad política en un contexto social y geográfico concreto. Esto le da un plus al sentido de pertenencia. Así el salteño se siente orgulloso de representar a Salta, el tucumano también a su Provincia, y así pienso que pasa en el resto del país. En esta instancia las Uniones provinciales cobran una vital importancia para el Desarrollo porque es la que aúna los esfuerzos de clubes, jugadores y aficionados en un accionar mancomunado y solidario para el desarrollo de la región. La Unidad hace la fuerza. En cambio, sin Combinados que aglutinen, los clubes se fijan solo en sus intereses individuales, y si participan en un campeonato nacional, la competencia local pasa a un segundo lugar de importancia. Se rompe de este modo la unidad de objetivos, y prevalece el interés individual de cada club.

Así como la 1era División de un club es el espejo donde los jóvenes se quieren mirar y opera como una fuerza de tracción motivadora que hace crecer al club, un Seleccionado opera de la misma forma pero sobre el Conjunto de clubes. Las uniones crecen de esta forma. Tucumán fue un ejemplo indiscutible.

El sistema no puede reemplazar esta instancia, ni puede por sí generar una competencia interna mejor que la que dan los Seleccionados. No es lo mismo evaluar a un jugador jugando dentro de su club que jugando en una Selección. Porque si bien el Sistema detecta el talento desde juveniles y lo trabaja desde allí, no puede su capacitación ser mejor jugando a nivel club que a nivel Seleccionado cuando llegue el momento de dar el salto a un equipo nacional. Un jugador que no rinde en su seleccionado provincial mal puede integrar un seleccionado nacional, por más que haya sido detectado por el Sistema en la instancia de juveniles; a lo mejor rinde en la primera de su club, pero nada más.

Las franquicias de la Zanzar se nutren de jugadores que juegan en los combinados provinciales. Nosotros, en cambio, suspendemos los combinados provinciales y lo reemplazamos por el Sistema. El Sistema no tiene banderas, no genera identidad, no puede reemplazar las estructuras naturales de las Uniones federadas. Debe operar como auxiliar de la Uniones para que estas mejoren la calidad de juego.El crecimiento cuantitativo es el resultado del esfuerzo mancomunado de las Uniones y de los clubes que la integran, no del Sistema.
Así como un club no puede progresar si no tiene primera división, una Unión tampoco si no tiene su Representativo. En el primer caso el club operaría como una escuelita de rugby, y en el segundo, la Unión lo haría como una administradora del rugby desarrollo. (Alguien me observará de que estas apreciaciones no son válidas para el caso de la URBA. Puede que sea así, y no quiero entrar en este tema complejo. Lo único que puedo decir es que la URBA tiene 6 o 7 equipos tops a nivel país, cuando, por la cantidad de clubes que la integran debería tener por lo menos el doble).

Creo que aquí es donde falla el Sistema, pareciera que después del arranque inicial exitoso se quedó “sin patas” para continuar la carrera, porque no pudo generar una competencia interna de nivel. Esto se refleja de alguna manera en los resultados de las competencias internacionales que muestran que no estamos avanzando. En efecto, Argentina XV hace dos años que no le gana a EEUU en la Copa de las Americas, los Jaguares nunca llegaron a los play off, Los Pumas descendieron vertiginosamente en el ranking. Tampoco es menor, el éxodo de jugadores que busca en el exterior un mejor nivel económico y de juego.

CONCLUSIÓN

El crecimiento del rugby Argentino pasa por el crecimiento y mantenimiento de Uniones Provinciales/Regionales fuertes. Son estas la que harán crecer a los clubes de su jurisdicción, No la UAR porque le queda demasiado lejos. El Pladar debe operar como auxiliar de la Uniones para lograr una mejora cualitativa de jugadores. No impide que capte talentos y trabaje con ellos.

Hay tres cosas importantes, a mi entender indispensables, para que las Uniones sean fuertes: 1) deben tener presupuesto propio, reforzado- en virtud del principio de subsidiaridad- por la Unión Argentina; 2) Un campeonato local/regional fuerte, el más importante para los clubes. El Nacional de clubes debería ser como la cereza del postre, un premio para los clubes más destacado, y punto…. Algo corto y hasta diría simbólico, pues beneficia a los clubes que participan pero no al Conjunto; 3) Un Campeonato de Combinados Provinciales competitivo, atractivo con varias fechas, con un nivel de juego potenciado por la dedicación de jugadores semi-profesionales.

El nivel de competencia Interna que necesita el país solo lo pueden brindar estos Seleccionados, no los clubes que son y deben seguir siendo amateurs. Hay que comprender que los clubes amateurs tienen un techo, no los podemos forzar más porque inevitablemente caeríamos primero en un semi-profesionalismo -creo que algunos ya lo son de hecho- y luego en el profesionalismo. Ese techo sólo lo pueden perforar los Seleccionados Provinciales o Regionales con gente que quiera dedicarse más a fondo, incluso vivir del deporte, no solo jugadores sino coaches, managers, etc. El espíritu del Rugby se cultiva y se mantiene en los clubes amateurs, y esto no debe cambiar.

Con respecto a los Combinados cabrían algunas consideraciones finales. Por ejemplo, con los equipos que participan en el Regional del NOA, se conforman tres Combinados Provinciales, Santiago, Tucumán y Salta, no así con los de la URBA. ¿No puede ésta fraccionarse en más equipos, Norte, Centro, Sur, o cómo les parezca, pero manteniendo siempre el sentido de pertenencia? ¿No puede La Plata tener su propio Seleccionado, incluso juvenil? ¿No potenciaría esto el desarrollo de esa localidad? Creo que es un tema a tener en cuenta.

Finalmente, espero que estas reflexiones de alguien que vive el Rugby desde hace más de cuarenta años, sea un aporte para el crecimiento de este magnífico deporte en el País. A los que se tomaron el trabajo de leer, les digo muchas gracias

Por Carlos D. Solá
DNI: 11.944.685.

La tentación del dinero europeo

jueves, 2 de febrero de 2017 0 comentarios

Facundo Isa es la principal baja del año para los PumasLa Unión Argentina de Rugby halla cada vez más dificultades para retener a los jugadores en el sistema ante jugosas ofertas de los clubes de Francia e Inglaterra.

En el coqueto lobby de un hotel a la vera de Hyde Park, Daniel Hourcade le ordenó al capitán, Agustín Creevy, que echara a todos los representantes e intermediarios que se habían congregado para tentar a los rugbiers argentinos. Allí los Pumas habían armado la concentración para el partido de octubre pasado en Londres ante Australia, por la última fecha del Championship. El entrenador no quería distracciones. Pero la lluvia de dólares que caen desde Inglaterra y Francia es cada vez más difícil de contener.

La tentación que genera la opulencia de los clubes europeos para los argentinos empieza a socavar el principal pilar sobre el que la Unión Argentina de Rugby (UAR) construye su estructura profesional a partir del ingreso al Súper Rugby y con el Mundial Japón 2019 como meta: para ponerse la camiseta de los Pumas hay que estar dentro del sistema.

La alerta que se encendió apenas seis meses después del inicio del plan sonó con más fuerza que nunca hace nueve días, cuando Facundo Isa no fue incluido en el equipo de Jaguares que sostuvo un amistoso con Uruguay, luego de que el diario L'Equipe revelara que el santiagueño tenía todo acordado para sumarse a Toulouse en junio con un jugoso contrato por dos años.

"Si se va a Europa no puede jugar en los Pumas , y si no juega en los Pumas no va a ser tenido en cuenta en Jaguares", explicó José Cheto Santamarina, manager del seleccionado y nexo entre los jugadores y la dirigencia. "Facu me dijo que tenía un acuerdo de palabra y se iba porque confiaba en que en algún momento la UAR revertiría la restricción y él podría jugar en los Pumas, pero le expliqué que me parecía un error porque no creo que eso cambie hasta 2019". El miércoles L'Equipe agregó que Toulon se sumaba a la puja por el octavo, que se excusó de hablar hasta que resuelva su futuro y se recluyó en Santiago del Estero.

La salida de Isa, el mejor argentino de 2016 y considerado por más de un entrenador extranjero como el mejor Nº 8 del mundo, sería el punto saliente de una sangría que empezó en junio. El primero en irse fue el centro Joaquín Paz, que en pleno Súper Rugby emigró a Calvisano, de Italia. El último fue el hooker Facundo Bosch, del que a poco de ser citado para 2017 se conoció su partida a Agen para junio y fue desafectado. A diferencia de Isa, cuyo vínculo con la UAR vencerá a fin de año, Bosch no tenía contrato.

En medio, el segunda línea Guido Petti Pagadizábal había sido tentado por Toulon (fue relegado al banco tras la noticia), pero rechazó la oferta y fue el primero en extender su nexo, hasta 2019. Otros jugadores que estaban en el sistema y emigraron en los últimos dos años son Patricio Fernández (Clermont, de Francia), Axel Müller (Toulon), Javier Rojas (Albi, de Francia), Bruno Postiglioni (Zebre, de Italia), Lucas Martínez (Albi), Gerónimo Albertario (Dax, de Francia), Tomás Ramírez (Northland, de Nueva Zelanda) y Juan León Novillo (Calvisano).

La restricción a los rugbiers que actúan en el exterior no es caprichosa: se pretende fortalecer la franquicia y potenciar al seleccionado al tener a disposición a los jugadores todo el año, practicando el mismo estilo de rugby y con un calendario uniforme. La incógnita está desde el comienzo en la capacidad de sostener esta medida cuando en el resto del mundo apenas Nueva Zelanda e Inglaterra lo hacen, y con dificultades. Ni siquiera países que tienen una base profesional amplia, como Sudáfrica e Irlanda, son tan estrictos. La UAR hizo un gran trabajo inicial al congregar a buena parte del plantel que había sido cuarto en Inglaterra 2015. Las adversidades suscitaron algunas excepciones a la regla, pero abrirles la puerta a los "europeos" sería ir demasiado lejos: primero, sería un viraje tan brusco que obligaría a replantear todo el sistema desde cero; segundo, impicaría traicionar a aquéllos que sí apostaron por quedarse.

"La gerencia general está negociando la renovación de los contratos de jugadores que el staff quiere asegurarse hasta el Mundial", informó Fernando Rizzi, secretario de la UAR. "A algunos se les extiende el plazo, a otros se les cambia las condiciones. Estamos en un proceso de ajuste que culminará en estos días", detalló. El lunes se supo de las extensiones hasta Japón 2019 de los nexos de Pablo Matera, Matías Alemanno, Emiliano Boffelli, Santiago García Botta y Marcos Kremer.

Lo cierto es que de los fuera de serie no sólo Isa es tentado. También Tomás Lavanini y Matera, por caso. Hasta Hourcade rechazó un cuantioso ofrecimiento para dirigir a Italia. La restricción tuvo un efecto colateral adverso: ahora los argentinos son más apetecibles para los clubes europeos, ya que, sin los Pumas en medio, pueden contar con ellos durante toda la temporada; antes los recibían en octubre tras un exigente Rugby Championship.

"Muchos han planteado que tenían muy buenas ofertas y hemos tratado de sostenerlos, a algunos convenciéndolos con lo que viene, y a otros subiéndoles el contrato porque se consagraron", explicó Santamarina. Y agregó: "Entre el sueldo y los premios por jugar en los Pumas no ganan mal. Además, cada uno tiene libertad para manejar sus derechos de imagen y está el intangible de jugar en los Pumas".

Acotada la UAR en su presupuesto, el orgullo de vestir la celeste y blanca es el mayor incentivo para quedarse. Ni los jugadores más representativos, entre sueldo (300.000 dólares anuales como máximo) y viáticos por actuar en los Pumas (unos 8000 por partido), están cerca de los entre 750.000 y 900.000 euros por año que ofrece Europa a un rugbier de elite. Ni siquiera con el plus de los contratos publicitarios, que se limitan a un puñado de figuras (Hernández, Sánchez, Creevy, Landajo, Tuculet).

El entramado es complejo. Al tiempo que la UAR tiene que ingeniárselas para competir con las billeteras europeas, debe aumentar el número de contratados para paliar lo que padeció el seleccionado en 2016: la falta de recambio. Algo que esta sangría amenaza agravar. Bosch, el tercero en un puesto que requiere dos jugadores en cada partido, se va a Francia para "sumar minutos de juego", según manifestó a la nacion: "Era el tercer hooker, detrás del capitán y de Julián Montoya, que ya tiene un mundial encima. Necesito jugar para demostrar a los entrenadores que estoy para más", justificó. El año pasado actuó 62 minutos en Jaguares, tras ingresar en seis partidos desde el banco.

Paz, en tanto, se había ganado un lugar en Jaguares tras deslumbrar en el Americas Rugby Championship por Argentina XV, pero en el Súper Rugby no estuvo en el nivel de los otros centros (99 minutos en cinco juegos, como suplente). Aun así, cuando en noviembre el plantel estaba diezmado por lesiones Hourcade debió recurrir a Gabriel Ascárate, que no había actuado un minuto en el año excepto en el Pacific Challenge, y a Juan Pablo Estellés.

Este último protagonizó en un caso paradigmático: siendo jugador de Northampton Saints, de Inglaterra, vistió la camiseta argentina en noviembre. "Estaba becado en el sistema [en Pumas 7s] e iba a ser tenido en cuenta para Jaguares este año", justificó Santamarina. "Le ofrecieron un contrato de tres meses y lo dejamos ir para que tuviera competencia, pero después le ofrecieron renovarlo y se tentó con la guita. Faltó a su palabra y me dejó mal parado", añadió. En similar situación está el pilar Felipe Arregui, que en octubre se sumó como joker a Edinburgh y practicó con el seleccionado en la gira por Europa, aunque no llegó a jugar; se espera que regrese a Jaguares a fin de mes.

Otra excepción a la postura inicial de la UAR es la incorporación de un extranjero a Jaguares: el uruguayo Nicolás Freitas. Su inclusión responde a cuestiones antes políticas y económicas que deportivas, y aunque atendibles, no deja de ser en su posición (wing/centro) un freno al desarrollo de los argentinos, principal razón de ser de la franquicia.

A todo esto, surge una desventaja más: el tiempo dilapidado al foguear a rugbiers que terminan yéndose a Europa. "Laburamos con ellos en un proyecto a cinco años, en los cuales les brindamos un sistema físico, fisiológico y técnico con lo mejor que tenemos", contó Santamarina. "Es caro, y si un jugador nos deja a gamba, hay que recurrir a un pibe de 20 años y empezar de nuevo. Empleamos toda nuestra energía en sostenerlos hasta 2019. Pero está complicándonos la tentación por la guita", admitió.

Dotar a los jugadores de experiencia para estar a la altura del nivel internacional es lo más difícil, y para eso ya se piensa en una segunda franquicia en el Súper Rugby, que por presupuesto sería regional, pero con preeminencia argentina. Mientras tanto, sin traicionar los principios, habrá que ir encontrando los caminos para llegar lo mejor posible a Japón 2019.

Creevy, el capitán: "Así son las reglas de juego"

En medio de las tentaciones del dinero europeo, para Jaguares y sus integrantes hubo buenas nuevas anteayer, cuando aseguraron su continuidad varios jugadores importantes al renovar sus contratos con la UAR: Matías Alemanno, Emiliano Boffelli, Santiago García Botta, Marcos Kremer, Pablo Matera y Guido Petti.

"Por suerte el lunes firmaron varios jugadores. Eso nos dio mucha tranquilidad y alegría por que hayan apoyado el proyecto y estuvieran comprometidos con el equipo", destacó ante la nacion el capitán, Agustín Creevy.

Pero el hooker no eludió el tema de las ausencias por las normas internas de la UAR, aunque las acata: "Lamentablemente para nosotros, Facu Isa tenía ganas de hacer la experiencia afuera, y lo respeto. No va a poder jugar en los Pumas. Le dije: «Te respeto. Me habría encantado que te quedaras, por la calidad de persona y de jugador que tenés». Pero así son las reglas de juego", apuntó.

Por Alejo Miranda. Nota de fecha: 01/02/17.

Fuente: Diario La Nación. Foto: Horacio Cortés para Norte Rugby.

La gran foto que debe mirar el rugby

jueves, 6 de octubre de 2016 0 comentarios

La gran foto que debe mirar el rugbyCompartimos la nota que publicó hoy Jorge Búsico en el diario La Nación.

De la gran foto que a veces no ve la dirigencia del rugby argentino. De un sábado al revés. De eso escribí en La Nación de hoy...

Una certera definición de lo que significa "al revés" será la que brindará el rugby argentino este fin de semana. El seleccionado nacional actuará como local en Londres, mientras que una de las semifinales del torneo de Buenos Aires, también pasado mañana, se disputará a la hora del almuerzo: 13.15. Los negocios y los acuerdos dependientes de absolutamente todo con la TV engrosan cuentas bancarias -ítem necesario, claro- pero muchas veces, como en este caso, hacen foco sólo en una parte de la gran foto. ¿Será que todavía hay que esperar que se acomode el profesionalismo real para ver dónde concluye la nueva historia que empezó a escribirse efectivamente este año con la aparición de un equipo rentado como Jaguares y todo el presupuesto que ello significa? Si es así, no deberían desatenderse aspectos cruciales, como clubes, jugadores y espectadores, que son, ni más ni menos, sobre todo los dos primeros, la base de todo. Y si se lo hace, éste trasatlántico que se quiere mostrar puede irse a pique antes de lo previsto.

La llegada de la cúpula de la World Rugby a la Argentina para deliberar aquí unos días y, esencialmente, para ratificar que este es el país que será espejo y guía para naciones emergentes, concretamente en América, y con la mente brillante de Agustín Pichot como eje, dejó varios frentes de acción (uno de ellos la postulación para la Copa del Mundo de 2027), pero puso en el tapete la seguridad de los jugadores, tema caliente en este momento por la seguidilla de lesiones graves en el scrum, que no son tendencia en el mundo, pero sí aquí.

La nota publicada ayer en La Nación detalla a la perfección cómo la WR aprobó que la Argentina sea el banco de pruebas si es que se aprueban modificaciones en el scrum. Aquí, donde se ha hecho un culto al scrum, también se lo ha arruinado con trampas que violan el espíritu del reglamento. La UAR empezó a difundir las primeras conclusiones del foro de discusión que armó a partir de la lesión de Jerónimo Bello (muy buena iniciativa, aunque hubiese sido positivo convocar a jugadores y médicos especialistas en columna), mientras que, por otros lados, se lanzó el "derrumbe cero", más otros aportes vía web (hubo un muy interesante intercambio que nació desde gente de CUBA) y, también, a través de las páginas de este diario.

Hay algo que es concreto: el rugby amateur se juega con reglas dictaminadas para el rugby profesional; reglas que buscan agilizar el juego, que sea más atractivo para la TV, y que están bien para jugadores dedicados exclusivamente a eso, pero que al amateur lo sobreexige. Hay estudios, por otra parte, que los problemas físicos para los rugbiers de alta competencia les llegan a cada vez más temprana edad.

Esa es también parte de la gran foto del rugby. Como apoyar a Virreyes Rugby, al que el intendente de San Fernando quiere quitarle su lugar para hacer un emprendimiento inmobiliario, o como para hacerse cargo de los casos de violencia que no cesan (ayer se conoció el caso de un chico golpeado salvajemente por jugadores de San Fernando). Activamente, y no para la foto. Cuidando un deporte que hace bien y que va mucho más allá de lo que pasa en un partido.

Fuente: Diario La Nación.